Curso Internacional de Arqueología en Burriana
  • - Tendrá lugar entre el lunes 3 y el domingo 9 de octubre de este año, dirigido a estudiantes universitarios de los grados de Historia, Historia y Patrimonio, Arqueología o Humanidades, y a estudiantes de máster

  • - Las intervenciones arqueológicas del curso se enmarcan en el proyecto de investigación de la villa marítima de Sant Gregori situada en la costa de Burriana, que abarca desde el siglo I aC al siglo IV dC


El Museo Arqueológico Municipal de Burriana organiza conjuntamente con las universidades Jaume I de Castellón, la de Macerata (Italia) y la de Lorraine (Francia), la 1ª edición del Curso Internacional de Arqueología y Culturas del Mediterráneo Antiguo, que este año tendrá lugar en Burriana entre el lunes 3 y el domingo 9 de octubre de 2022.

El curso, dirigido a estudiantes universitarios de Grado de Historia, Historia y Patrimonio, Arqueología o Humanidades, y a estudiantes de máster, proporcionará conocimientos sobre los fundamentos teóricos, las metodologías y las técnicas de los estudios arqueológicos. También trabajarán en la adquisición de competencias dirigidas a la protección y difusión del patrimonio arqueológico en una dimensión transmediterránea.

La oferta formativa se articulará en sesiones prácticas que tendrán lugar por las mañanas y, las teóricas, que serán por la tarde. Las prácticas incluirán las labores de excavación arqueológica, así como de documentación y registro de los datos de la excavación. De forma paralela también se realizarán prácticas de clasificación de materiales. Mientras que las tardes y el último día lectivo se destinarán a las sesiones teóricas relacionadas con conferencias, así como a visitas a los restos monumentales de la ciudad romana de Saguntum y Tarraco.

Las intervenciones arqueológicas del curso se enmarcan en el proyecto de investigación de la villa marítima de Sant Gregori situada en la costa de Burriana, que abarca desde el siglo I aC al siglo IV dC.

Los trabajos de excavación previstos en el curso se desarrollarán en el sector residencial donde intervenciones previas llevadas a cabo en este yacimiento han permitido recuperar una abundante información que ilustra la evolución del yacimiento romano que se trata de la mayor villa marítima romana excavada de la Comunitat Valenciana.

Por ello se trata de un elemento esencial del patrimonio cultural valenciano, que como se establece en el articulo 1 de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano merece ser completamente documentado, protegido y puesto en valor.

A raíz de ello, y fruto de la colaboración entre el agente promotor de la urbanización Golf Sant Gregori donde se encuentra la villa y el Ayuntamiento de Burriana, y siguiendo las indicaciones de la Conselleria d'Educació Cultura i Esport y del equipo responsable de la excavación arqueológica, se ha adaptado el proyecto inicial de urbanización para que este no afecte a ninguna de las partes esenciales de la villa.

  • El alumnado de los centros educativos visita el museo los días previos a la festividad para conocer la historia de las fallas

Con la proximidad de la semana fallera, el alumnado de los centros educativos de Borriana ha aprovechado para visitar y conocer la historia de las fallas en el Museu Faller del municipio. Un museo que permanecerá abierto durante toda la semana fallera para dar a conocer la historia de las fallas a la ciudadanía.

El regidor de Patrimonio, Vicent Granel, ha explicado que “es una buena manera de mostrar la esencia de las fallas en Borriana, su historia, de dónde venimos, donde estamos, y donde queremos ir”, y además, “porque el museo recoge toda la fiesta fallera en nuestra ciudad, no solo la semana más importante, en la que estaremos inmersos”.

De este modo, durante la semana fallera el Museo Fallero estará abierto los días 15 de marzo, día de la Plantà, en horario por la tarde, de 17 a 20h, también del 16 al 18 de marzo, de 10 a 13.30h y de 17 a 20, y el viernes 19 de marzo, el horario será de 10 a 13.30h.

Durante estos días, los niños y niñas han podido disfrutar de un vídeo con una breve explicación sobre la historia de las Fallas en la ciudad de Borriana, y ver todo un siglo de tradición y fiesta en la capital de la Plana Baixa. Además han podido deleitarse con una selección de “ninots indultats”, que también puede verse en el mismo Museo, y con las réplicas a pequeña escala de actos típicamente falleros como la exaltación de la Reinas Falleras o las Cruces de Mayo.

Para Granel, “es muy positivo la difusión y el conocimiento por parte de los niños y niñas de la ciudad de nuestras fiestas más representativas se está haciendo efectiva con estas visitas guiadas en los centros educativos que lo solicitan, así que las Fallas también aseguran su futuro”.

También ha destacado la importancia de mantener abierto durante la semana festiva el Museu para “ayudar a difundir el patrimonio cultural de las Fallas, en sus diversas vertientes, entre las personas que se acercan a las Fallas de Borriana. Según ha afirmado Granel “el Museu es un actor clave en la dinamización y divulgación del patrimonio fallero y la cultura de la falla, elementos esenciales de la Declaración de las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco".

 

 

 

proyecto ‘Mapa de fosas del término municipal’
  • La consulta de numerosa documentación, correspondencia, listados, libros, artículos o registros municipales ha dado como resultado, por primera vez, la anotación de una lista total de 651 víctimas

  • Localizan hasta cuatro zonas de enterramientos a través del trabajo arqueológico y de georradar realizado en el cementerio y su entorno


El proyecto ‘Mapa de fosas del término municipal’ promovido por el Ayuntamiento de Burriana ha logrado los primeros resultados tras la consulta de numerosa documentación, libros, artículos o registros municipales, trabajos arqueológicos y de georradar, ya que se ha conseguido, por primera vez, la anotación de un total de 651 víctimas, según ha adelantado el concejal de Patrimonio, Vicent Granel.

El proyecto, coordinado por Arqueocas Patrimonio y el departamento municipal de Arqueología, ha realizado en una primera fase un exhaustivo proceso de documentación e investigación para determinar la cantidad de fosas o lugares de inhumación de las víctimas de la represión republicana, la Guerra Civil y la represión franquista, tomando como referencia un período cronológico que abarca desde 1936 hasta 1949.

Así, ha explicado Granel, dentro de esta fase se ha conseguido confeccionar varios listados actualizados que muestran los nombres y apellidos de las víctimas (civiles, militares, religiosas), así como datos alusivos a su edad, lugar de defunción y circunstancias, lugar de enterramiento y otros datos de interés.

“Siendo conscientes del interés que puede suscitar este estudio entre la ciudadanía a la hora de conocer el paradero de posibles familiares desaparecidos o muertos, en próximas fechas anunciaremos como poder consultar el listado, y de este modo tener toda la información catalogada para facilitar el trabajo de búsqueda”, ha explicado Granel. Además, en las próximas Jornadas del Memorial Democràtic se celebrará una conferencia para explicar todos los hallazgos, tanto documentales como arqueológicos.

Con los estudios realizados, ha cocluido el responsable municipal, el Ayuntamiento de Burriana “estará en disposición de promover nuevas fases del trabajo encaminadas a la exhumación de las víctimas, su identificación y la reparación de la dignidad de las familias”.

Georradar en 4 zonas

La segunda parte del proyecto ha consistido en un trabajo arqueológico de campo realizado en las instalaciones del Cementerio Municipal al objeto de situar especialmente las inhumaciones de soldados y víctimas de la represión y la guerra.

El edil de Patrimonio ha precisado que con la ayuda de aparatos de detección geofísica y antenas GPS, se trata de “determinar si todavía quedan víctimas de este período inhumadas en el subsuelo del camposanto, en la zona que ocupaban los antiguos cuadros de sepulturas en suelo, ya que en estos casos la falta de documentación relacionada y la inexistencia de lápidas o señales impiden saberlo”.

En el transcurso de los trabajos de campo se han identificado tres zonas con posibles enterramientos no indicados, de las cuales se han barrido dos completas y una parte de la tercera, el resto queda bajo las islas de nichos actuales, según explican los encargados del estudio.

También se ha descubierto que hubo posibles enterramientos en una cuarta zona, extramuros, que actualmente ha quedado englobada dentro del cementerio, “por lo que posiblemente se planteen nuevos trabajos en este sentido”, ha destacado Vicent Granel.

El georradar es un método de prospección no invasivo que emite impulsos electromagnéticos que permiten identificar anomalías en el subsuelo. Mediante barridos laterales y longitudinales, el aparato móvil va creando una malla con irregularidades que han sido estudiadas en un laboratorio informático por la empresa Geozone para tratar de determinar la existencia de dichos enterramientos, su disposición en el suelo, la profundidad, entre otros datos, y situar espacialmente las inhumaciones de soldados y víctimas de la represión y la guerra.

La villa marítima romana de Sant Gregori en un seminario internacional
  • La villa marítima romana excavada en Sant Gregori es la más grande de la Comunitat Valenciana y toda la zona mediterránea


El yacimiento romano de Sant Gregori en Burriana atrae a muchos profesionales del sector, y de hecho ha sido el eje central del seminario internacional “Villas marítimas. Evolución, transformación y final en el occidente romano”, organizado por el Área de Historia Antigua y grupo de investigación Antiqua de la UJI que comenzó ayer y finaliza hoy.

Esta mañana el concejal de Patrimonio, Vicent Granel, y el director del Museo Arqueológico de Borriana, José Manuel Melchor, han conducido la visita guiada para conocer el enclave arqueológico de Sant Gregori dentro de las actividades del seminario internacional.

En el seminario participa profesorado universitario y personal investigador de instituciones de reconocido prestigio nacional e internacional como Giulia Baratta de la Università di Macerata (Italia), Annalissa Marzano de la University of Reading (Reino Unido), Darío Bernal Casasola de la Universidad de Cádiz, Manuel Olcina Doménech del MARQ de Alacant, Marta Prevosti del Institut Català d’Arqueologia Clàssica, Marc Mayer Olivé de la Universitat de Barcelona y Trinidad Pasíes Oviedo del Servicio de Investigaciones Prehistóricas de la Diputació de València.

Además, se ha contado con la estrecha colaboración del Museo Arqueológico de Borriana, el Servicio de Investigaciones Arqueológicas y Prehistóricas de la Diputación de Castelló y el Institut d’Estudis Catalans.

Personas de distintas nacionalidades que participan en el seminario internacional han podido conocer lo que sin duda es la villa marítima romana excavada más grande de la Comunitat Valenciana, y toda la zona mediterránea, y que actualmente se encuentran en proceso de excavación, bajo la supervisión del arqueólogo municipal, José Manuel Melchor.

El edil de Cultura, Vicent Granel, ha explicado que estos trabajos son “muy importantes para el patrimonio arqueológico burrianense”. Las primeras labores de excavación emprendidas en las primeras acciones para la urbanización de Golf Sant Gregori suponen “un impulso decisivo para consolidar la riqueza del patrimonio, la historia del municipio y ampliar el conocimiento sobre este importante yacimiento arqueológico”.

Además, las recientes excavaciones en el yacimiento arqueológico ya han desvelado nuevas dependencias y materiales de pesca. La villa romana de Sant Gregori, situada a escasos 100m de la línea de costa en Burriana, es ilustrativa de un modelo de villa marítima durante el Alto Imperio Romano.

Tanto Granel como Melchor han explicado que estos trabajos tienen por objeto “delimitar todo el perímetro del yacimiento y empezar los trabajos de integración, identificación de nuevas dependencias de la villa y el diseño del espacio donde se conservarán los principales restos descubiertos”.

Además, ambos han puesto de relieve que se trata de un yacimiento de la época romana “muy destacable por su cercanía al mar”, y con estas características inexistentes en otras áreas del territorio justifica “la necesidad de continuar con la investigación a través de la excavación arqueológica de este enclave, para conocer la situación de una villa romana a escasos metros del mar, otra de las características únicas de este lugar, puesto que se considera que es la más próxima al mar de las conocidas en la costa mediterránea valenciana”.

Las nuevas excavaciones, ha asegurado el concejal, “ampliarán el conocimiento sobre la villa romana, tal y como la conocemos actualmente”, además de “conseguir ampliar la colección de piezas en el museo arqueológico”, lo que supone “un paso estratégico en la recuperación de nuestro patrimonio y nuestra historia”.

Precisamente, han sido las características especiales del yacimiento romano de Sant Gregori las que han centrado la atención en estos nuevos trabajos de excavación, y es que, como ha señalado el arqueólogo municipal, “permite seguir avanzando en el conocimiento del yacimiento y descubrir la enorme riqueza y posibilidades futuras en Sant Gregori”.

El Servei Arqueològic Municipal, dirigido por el arqueólogo José Manuel Melchor, es quien realiza el seguimiento y coordinación de todas las excavaciones realizadas en el yacimiento durante los últimos años, gracias a las cuales se han conocido datos importantes sobre la villa, como la ubicación de su fachada marítima, la existencia de unas termas y la recuperación de abundante pintura mural y restos cerámicos.

Después de 11 campañas de excavación arqueológica llevadas a cabo en el yacimiento entre 2008 y 2018, buena parte de ellas bajo la dirección del Área de Historia Antigua de la Universitat Jaume I, y contando con la colaboración de la Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València, ahora se delimitará todo el perímetro y la superficie con la que cuenta la villa romana.

Casa Felis Borriana

- Con ocasión del evento se han realizado sendas visitas para conocer la importancia de ambas construcciones

- La Casa Felis es uno de los pocos referentes que han sobrevivido del racionalismo valenciano y el refugio destaca por su interesante intervención museística


La casa Felis y el refugio antiaéreo de Burriana han sido reconocidos como referentes de la arquitectura local en los actos con motivo de la Semana Internacional de la Arquitectura.

La alcaldesa de Borriana, Maria Josep Safont, y el concejal de Patrimonio, Vicent Granel, han estado acompañados en la visita por Ángel Pitarch, presidente del CTAC, Luis Sendra, decano del COACV, e Iván Cabrera, director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de València y autor del proyecto del refugio del camí d’Onda.

El doble acto, organizado por el Colegio de Arquitectos de Castellón (CTAC), el autonómico (COACV) y el registro Docomomo de edificaciones modernistas ha puesto de relieve la importancia de estas estructuras por su relevancia arquitectónica.

La casa Felis

En el acto, se ha colocado una placa en la fachada de la casa Felis, situada en la calle Virgen de la Saleta esquina camí d’Onda, al considerarse por Docomomo como una edificación digna de ser reconocida por la población y conservada para las futuras generaciones.

El edificio, uno de los pocos ejemplos que perduran del racionalismo valenciano, fue levantado entre 1935 y 1936 y diseñado por Enrique Pecourt Betés, quien fue arquitecto municipal y creador, entre otras construcciones, del mercado municipal de Burriana o del apeadero de Moncofa.

De este modo, Burriana ya cuenta en sus calles con una placa Docomomo, una entidad que vela por la difusión del movimiento modernista en España y Portugal. Docomomo coloca cada año una placa en cada provincia y añade ahora la casa Felis a su catálogo por su “valor contrastado” y su “excepcionalidad”.

El edificio fue uno de los primeros en asumir la estética del racionalismo de corte centroeuropeo, inspirado en la modernidad industrial y las fábricas. Así pues, se trata de una construcción que destaca por su diseño esquemático, llevado a la mínima expresión, en la que ningún elemento desentona del conjunto. Por ello, desde la organización del evento destacan su “imagen perfecta” construida a partir de la regularidad en los huecos y de la sutil torre que la corona.

La casa Felis, pese a ser un edificio que a primera vista puede pasar desapercibido, encajonado entre otros bloques de pisos, destaca al alzar la vista por el perímetro curvo de la esquina, el particular voladizo y la sobreelevación del edificio.

La casa se diseña siguiendo un racionalismo de origen pandémico, en una época en la que se pensaba que las enfermedades respiratorias se transmitían a través de las bacterias que había en el polvo, por lo que este estilo minimalista buscaba eliminar todas aquellas decoraciones y molduras donde se posa la suciedad.

Además, este edificio, novedoso en su momento, también buscaba aumentar la ventilación, alzar las plantas bajas para alejarlas de la humedad y crear terrazas y cubiertas planas, todo ello para evitar la transmisión de enfermedades.

La construcción, levantada en plena república, es uno de los pocos ejemplos de racionalismo que quedan, ya que este estilo novedoso frenó su expansión con la llegada de la Guerra Civil y la implantación de estilos más academicistas y decorativos con el primer franquismo.

El refugio antiaéreo

La visita ha continuado muy próxima, en el mismo camí d’Onda, para conocer la reciente intervención en el refugio antiaéreo de la Guerra Civil. Iván Cabrera, director de este proyecto, ha explicado que este era el más grande de la treintena de las infraestructuras subterráneas que se construyeron en la ciudad para refugiarse de los bombardeos.

En la intervención, que ha contado con la arquitecta técnica María Tarancón, se ha intentado habilitar, iluminar y acondicionar el refugio para su visita, pero manteniendo su estructura tal como era, y diferenciando las zonas reconstruidas de las originales.

Para el acceso se ha buscado una solución que no interrumpiese la acera de la calle, colocando una discreta entrada de madera a modo de banco, que se abre en dos alas para dar acceso al túnel, a la vez que sirve de barandilla al abrirse.

El refugio consta de tres brazos, uno de los cuales está pendiente de ser explorado por el equipo de arqueología municipal para conocer su trazado, y consta de un túnel de entrada en rampa, diseñado así para facilitar un acceso a gran velocidad sin tropezarse con escalones, debido al poco tiempo que había entre los avisos y la llegada de los bombarderos.

Sus túneles, excavados en una estable arcilla de sauló, fueron envueltos por arcos de medio punto de ladrillo, como se puede comprobar en la actualidad, y destacan los nichos en la entrada, colocados para que se pudieran resguardar mujeres con niños pequeños, para evitar que fueran aplastados por el resto de personas entre la penumbra y el caos.

Fosas Burriana

- Se trata de una primera fase para continuar con la investigación en años posteriores


El Ayuntamiento de Borriana llevará a cabo un estudio de geolocalización para conocer la ubicación exacta de las fosas de la Guerra Civil que puedan haber en el término municipal. Unos trabajos que se efectuarán en una primera fase, para continuar más adelante con la investigación sobre cada una de las fosas descubiertas.

Con este proyecto, el edil de Patrimonio, Vicent Granel, explica que “lo que se pretende es realizar un inventario completo y detallado de las fosas comunes de la Guerra Civil en Burriana, con el doble objetivo de proteger su emplazamiento y de plantear futuras intervenciones de inhumaciones”.

Así pues, el proyecto cuenta con una primera fase, en la que se realizará un estudio de localización de represaliados y fosas mediante la investigación en archivos locales y nacionales, como los del Ejército o el Archivo General de la Guerra Civil, conocido popularmente como el archivo de Salamanca. Además, se procederá a la consulta de sumarísimos y otras fuentes documentales como archivos privados o hemerotecas.

Esta fase se complementará con un trabajo de campo intensivo con fuentes orales, grabación de entrevistas y testimonios y recuperación de todo tipo de documentación (gráfica, escrita o física) sobre las posibles víctimas. De este modo, se creará un fichero de familiares para futuras fases de intervención en la recuperación de inhumaciones.

La segunda fase se llevará a cabo con la redacción de un proyecto de prospección geofísica para la actuación en las zonas donde, gracias a la documentación recabada en la primera fase, se presuma la existencia de fosas comunes. En esta exploración del subsuelo se pretende documentar todas las características físicas de cada fosa para preparar futuras actuaciones.

Granel ha explicado que “existen datos dispersos que hablan de un mínimo de una o dos fosas”. El calendario previsto de ejecución es de 9 meses para la primera fase de documentación y de 3 meses para las campañas de prospección geofísica.

En la actualidad, Borriana carece de un estudio en profundidad sobre las fosas comunes de la Guerra Civil en el municipio, de tal forma que solamente se conoce el emplazamiento aproximado de una de ellas, ubicada por referencias orales, en la zona del actual cementerio municipal. También existen referencias según Patrimonio Nacional del traslado de una fosa (932/2009 CAST) al Valle de los Caídos. Los datos concretos de ambas son prácticamente inexistentes, aunque sí que consta una gran cantidad de fusilamientos en Burriana entre los años 1939 y 1942.

Como ha explicado Granel, “es esencial documentar todas las fosas que puedan existir para iniciar de forma inmediata un protocolo de protección de las mismas para evitar así la posible situación de desamparo en la que se puedan encontrar, lo que conlleva un fuerte riesgo de alteración, deterioro o desaparición”.

Según los técnicos, la repercusión del proyecto se extiende territorialmente, al ámbito de la comarca de la Plana Baixa y de su entorno inmediato, ya que Borriana contaba con con una prisión de alta capacidad, concretamente el exconvento de los mercedarios, que llegó a albergar entre 1.600 y 2.000 represaliados oriundos de varias poblaciones.

Por otro lado, en el ámbito provincial este proyecto es de gran interés social, ya que escasean los mapas de fosas en la provincia. Además, en el apartado cultural, esta intervención es importante para aportar nuevos conocimientos y datos a la línea de divulgación y recuperación de la memoria histórica que ya viene realizando desde hace años el Ayuntamiento de Borriana, como por ejemplo en la recuperación y puesta en valor del refugio antiaéreo del camino de Onda o las Jornadas del Memorial Democrático que se han celebrado los últimos años.

El Ayuntamiento solicitará la declaración de BIC al yacimiento íbero de Torre d'Onda
  • El yacimiento íbero y romano es uno de los más importantes en la provincia de Castellón
  • Destaca por la gran riqueza de la cerámica descubierta y por su ubicación en la costa
  • La declaración como BIC permitiría una mayor protección, nuevas excavaciones y su desarrollo como zona verde arqueológica

El Ayuntamiento de Borriana trabaja en la solicitud de declaración de Bien de Interés Cultural del yacimiento de Torre d'Onda, uno de los más importantes de la provincia de Castelló y que destaca por la gran riqueza de los materiales cerámicos descubiertos, muchos de ellos piezas prácticamente completas, así como por su ubicación en la costa.

Se trata de un yacimiento íbero y romano que se extendería desde la acequia del Rajolí hasta el camino de la Serratella y desde la calle Girona hasta sobrepasar la calle Berlús.

El edil de Patrimonio, Vicent Granel, ha explicado la necesidad de proteger un yacimiento con la importancia del de Torre d’Onda para “poder trabajar en él con total tranquilidad y, sobre todo, con perspectiva de futuro para realizar una excavación importante”.

Debido a la gran importancia de este yacimiento, el Ayuntamiento, a través del Museo Arqueológico Municipal, prepara la documentación para solicitar a la Generalitat Valenciana que el yacimiento de Torre d’Onda y su entorno inmediato sea considerado Bien de Interés Cultural (BIC), figura legal que otorga la máxima protección a nivel urbanístico y patrimonial.

En la actualidad, toda la zona cuenta con protección arqueológica, pero esta nueva figura legal de BIC permitirá dar la máxima protección al yacimiento, que hoy se encuentra afectado por múltiples edificaciones recientes.

Así, dentro de los futuros planes de actuación se podría contar con la posibilidad de dedicar a zonas verdes arqueológicas las escasas parcelas dedicadas actualmente al cultivo, impidiendo nuevas edificaciones en estos espacios.

El poblado de Torre d’Onda

El poblado marítimo de Torre d’Onda se conoce desde hace casi 500 años gracias a los escritos de los diversos cronistas, ya que lo cita en 1564 Martí de Viciana y en 1611 Gaspar Escolano. Ya a principios del siglo pasado, varios historiadores como Carlos Sarthou, Manuel Peris Fuentes, Tomás Utrilla o Norberto Mesado dan noticia de importantes hallazgos en el yacimiento.

La zona en que se encuentra enclavado es una franja de marjalería que se extiende paralela al cordón litoral de gravas y arena, llamado el Serradal. En medio de las ciénagas, formadas por los afloramientos de las aguas subterráneas que el Serradal impedía desaguar al mar, hay aún una zona en que la costra calcárea o piñón se encuentra más superficial, creando una especie de plataforma elevada.

Este fue el lugar donde se asentó un antiguo poblado íbero. Los arrasamientos del suelo y las nivelaciones para la plantación de los naranjos desparramaron los restos arqueológicos, muchos de los cuales fueron lanzados al mar o aprovechados para la construcción de los lindes y alquerías.

Desde el Museo Arqueológico de Borriana, Norberto Mesado realizó varias excavaciones entre el año 1968 y 1993. Con éstos datos el historiador Ferran Arasa formuló una de las hipótesis de interpretación del yacimiento con dos fases o momentos de ocupación: una de época romana republicana y otra romana altoimperial.

A la primera correspondería un poblado marítimo de cierta extensión organizado en dos o tres calles paralelas y con habitaciones de reducidas dimensiones como embarcadero para la navegación de cabotaje, y también de un lugar para la reparación de barcos. Pudo tratarse, pues, de un poblado marinero, punto de atracción para la navegación de cabotaje y reparación de barcos, y centro comercial para la importación de productos itálicos, como el vino, y su distribución entre los poblados ibéricos y las incipientes villas que irían extendiéndose por la Plana.

De esta forma, debió formarse por las necesidades del intenso tráfico comercial que caracteriza la etapa republicana, quizá en la segunda mitad del siglo II, alcanzando su auge ya en los inicios del siglo I aC. Posteriormente, y a la vista de la documentación arqueológica, se cree probable la existencia de una villa romana de cierta importancia en este lugar.

Por otra parte, la campaña realizada a finales de 2007 por el Museo Arqueológico Municipal aportó interesantes resultados que de alguna forma renuevan y amplían los conocimientos sobre la zona. Así, aparecieron indicios de una ocupación más antigua, quizá de la Edad de Hierro, con cerámica a mano o a torno lento en muy escasa cantidad, cimentaciones de dos hiladas paralelas de bolos y cantos rodados posiblemente orientadas hacia sendas o caminos, recubiertas por una fina capa de gravilla.

En todos los casos este nivel se encuentra totalmente arrasado y afectado por zanjas y fosas rellenadas principalmente de material ibérico que básicamente se compone de ánforas y pequeñas vasijas.

En la actualidad, desde el Museo Arqueológico se cuenta con la colaboración de prestigiosas entidades dedicadas a la investigación arqueológica, como la Universitat Jaume I, la Universitat Politècnica de València o el Servicio de Investigación Prehistórica y Arqueológica de la Diputación de Castellón.

Plan director de las 'Cases de Carabona'
  • El consistorio ha contratado un Plan Director del conjunto protegido encaminado a ser centro de la naranja en la comarca


El Ayuntamiento de Borriana pretende llevar a cabo la recuperación del conjunto histórico de las ‘Cases de Carabona’, situadas junto a la torre ya restaurada, para convertirlas en un centro de interpretación de la citricultura valenciana, según ha anunciado el edil de Patrimonio, Vicent Granel, quien ha precisado que se trata de “una actuación decisiva de recuperación de patrimonio rural de nuestra ciudad”.

Granel ha explicado que “tanto por el enclave”, como por “la importancia del espacio protegido”, es una “excelente oportunidad para recuperar todo el entorno de la Torre de Carabona, y transformarlo en un centro de interpretación de la citricultura valenciana”.

Para su ejecución el consistorio efectuará un estudio detallado del bien patrimonial, “tanto de sus orígenes como de su estado actual, y se realizarán propuestas a futuro en cuanto a sus distintos usos y su gestión”. De esta forma, ha precisado el regidor de Patrimonio, “se pretende establecer una serie de actuaciones y usos que garanticen la protección y conservación para las generaciones futuras y su uso sostenible”.

Así pues, el Plan Director de Recuperación de la Torre de Carabona, adjudicado a la empresa El Fabricante de Espheras, con un presupuesto de 18.029 euros y con un plazo de ejecución de seis meses, será un documento de gestión que servirá como herramienta y guía para la adecuada documentación, investigación, protección y restauración de la Torre de Carabona y su entorno.

En ese sentido, para Vicent Granel, el conjunto que forma la torre, las casas adyacentes y el muro perimetral permitirá “la creación de estancias, despachos y, también, un jardín con variedades al objeto de que sea visitable para realizar estudios, todo centrado en la citricultura valenciana”.

Entre las actuaciones que incluirá el Plan director figurará la remodelación de las casas anexas a la Torre Carabona ya restaurada, la creación de un Centro de interpretación de la citricultura para el futuro, la recuperación del jardín del cercado de Carabona para convertirlo en un jardín de variedades originales de la naranja.

Además, contará con una planificación de etapas para desarrollar el proyecto, el cronograma de las mismas, el plan de gestión y divulgación, y el de conservación y mantenimiento del monumento.

“Algo que no tenía hasta la fecha”, ha apunta el edil de Patrimonio, y que, a su juicio, “ayudará a poder llevar a cabo el proyecto con mayor rapidez”, porque la redacción y posterior aprobación de un Plan Director, ha afirmado, “posibilita y puntúa positivamente para el acceso a otras ayudas destinadas a la intervención del bien.

Como ejemplo de estas ha citado las ayudas del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, las subvenciones para la conservación y protección de los bienes inmuebles de la Conselleria de Cultura, o las subvenciones promovidas por los Programas Operativos de los Fondos Feder.

Este Plan Director de Protección pretende desarrollar la ordenación urbanística, patrimonial del ámbito BIC de la Torre de Carabona, y definir los usos compatibles y las diferentes fases de actuación para la recuperación y puesta en uso del bien. La redacción es necesaria para posibilitar una gestión eficiente de las diferentes fases en las cuales se divide su intervención, de forma que estas fases tengan coherencia, independientemente del momento de ejecución o del técnico que las realice.

La Torre de Carabona es una construcción realizada probablemente durante el siglo XII que se ubica en un espacio rural al suroeste del núcleo urbano de Borriana. Se trata de un edificio agrícola o residencial fortificado que, debido a su singularidad y gran valor patrimonial, está protegida y cuenta con una declaración de Bien de Interés Cultural.