maig di Gras 2019

Alrededor de 12 horas ininterrumpidas de música, en plena calle y gratuita y accesible para todo el mundo. El objetivo que desde su nacimiento ahora hace cuatro años en Borriana ha perseguido el Maig di Gras, alcanzaba sus mayores cotas en la segunda jornada de la cuarta edición del festival. Así lo explicaban durante las jornadas previas desde la organización del festival, la Asociación Soul Explosion, que siempre han hablado del concepto de «democratizar la música y la cultura, hacerla totalmente accesible para todos y todas y poder hacerlo en las calles y las plazas de las ciudades». Y así ha sido desde primera hora, ya que durante la mañana decenas de niños y niñas han podido disfrutar en la misma plaça Major de actividades y talleres ofrecidos por el Agrupament Escolta de Borriana, y que también han podido disfrutar durante la tarde del taller de construcción de Seider Blues y de la «Jam Menuda» ofrecida por el artista Meter Mano Rara, un incondicional para los organizadores del Maig di Gras, que con su actuación del mediodía ha sido uno de los artistas que han formado parte de la programación del festival desde su creación en 2015.

Pero seguramente, el mejor ejemplo de la propuesta abierta y participativa propuesta del Maig di Gras, ha tenido lugar durante la tarde del sábado, ya que llegaba el momento de disfrutar de hasta tres pasacalles prácticamente consecutivos, una fórmula que supone el punto diferencial y más característico del festival borrianense. Ya durante las pruebas de sonido para los conciertos de la noche, la Broken Brothers Brass Band, otra de las bandas que siempre han formado parte de la programación del Maig di Gras, comenzaban a reunir a decenas de personas en la plaça Major, y como si su potente repertorio sirviese como antídoto para la lluvia, han conseguido que las amenazantes nubes fueran disipándose en el cielo de Borriana.

Llega entonces el momento de una de las brass bands que por primera vez aterrizaba en Borriana. En esa internacionalización que este año ha vivido el Maig di Gras, los franceses de Les Fanflures abrían los pasacalles con su animosa y más que divertida propuesta musical, que ha dado paso de forma inmediata a la brass band navarra de los Broken Brothers, quienes, una vez más, ponían patas arriba las calles de Borriana reuniendo a cientos de personas en la conocida como Second Line, donde los paragüas del concurso que cada año promueve el festival, también han llenado de colorido cada punto de la ciudad por el que pasaban. Y para acabar por todo lo alto con la música en plena calle, las catalanas de la Balkan Paradise Orchestra, que ya el viernes actuaban en el escenario principal, volvían a arrastrar a numeroso público a seguirlas durante su pasacalle. Y el que seguramente será el momento que quedará para el recuerdo de los cientos de asistentes al Maig di Gras, llegaba con la sorpresa ofrecida por las tres brass bands. Al unísono ofrecían un espectacular cierre a los pasacalle que ha supuesto la explosión final a la música en la calle y para todo el mundo. A penas con unos minutos de tiempo para reponer fuerzas en las Food Trucks que también se instalan cada año en el festival, la música seguía sonando en la plaça Major con la sesión de Sr Lobezno, preludio de las actuaciones de la Broken Brothers en su formato de concierto, tal y como también subían al escenario los franceses de Les Fanflures. Sin descanso, con toda la vitalidad de la música negra y de calle, y con el buen sabor de boca de ver como el Maig di Gras cada año alcanza sus objetivos de democratización y difusión del más puro estilo Nueva Orleans, el festival llegará a la jornada del domingo cuando seguirá ofreciendo una nutrida propuesta musical con los y las artistas locales como protagonistas. El alumnado y profesorado de The Session Centre de Música Moderna a las 12:30 horas, los y las representantes del CMA Rafel Martí de Viciana de Borriana a las 18:30 horas; la Banda Jove de la Agrupació Filharmònica Borrianenca a las 19:30 horas; y la Borriana Big Band a las 20:30 horas cerrarán una cuarta edición de un Maig di Gras que, a falta de unas horas para su cierre definitivo, puede decir que ya se ha asentado de forma contundente como un referente en las citas de música negra y de calle a nivel estatal.